En su 4ta. producción discográfica el audaz compositor y pianista nos sorprende con una propuesta musical absolutamente personal y renovadora. Nutriéndose de la música minimal y del tango logra una nueva forma de expresión, una propuesta que sin lugar a dudas conquistará a los amantes de la buena música.
Luego de su última gira por Europa (2020), y en plena pandemia, Adrián Placenti se lanza a la composición sintetizando un nuevo género que fusiona elementos del minimalismo y del tango, con sello y sensibilidad personal.
El resultado es una obra integral, de carácter descriptivo, que plantea antagonismos: el claroscuro, la calma y el frenesí. Estados de ánimo opuestos. La sencillez minimalista con la expresividad romántica tanguera. La obsesión y la transformación progresiva son características que encontramos a lo largo de la misma.
“El tango es la música de mis padres, la música que escuché desde niño, el tango es mi música. Pero también estoy convencido que los creadores no podemos seguir hablando el lenguaje de nuestros abuelos: la sociedad, el mundo cambia, y nuestras obras reflejan esa realidad”, reflexiona Placenti sobre el espíritu de este nuevo trabajo. Y agrega: “Como compositor, y ante la necesidad de expresar este presente y hacerlo desde el tango por convicción y necesidad, apunto siempre en forma natural a una renovación: Minimal Piano Tango ha fluido desde mi corazón y a través de mis manos sobre el piano, logrando un sonido personal y espontáneo, producto de la síntesis de dos mundos que desde siempre han cruzado sus caminos interactuando: la música académica y el tango”.
Ejecutado con solidez técnica y expresividad, el sonido del álbum nos acerca entonces dos obras de ruptura de la estética tradicional que navegan en un nuevo universo sonoro. Un universo que se abre al oyente invitándolo a formar parte del mismo, un universo sonoro que fluye con naturalidad, un universo que invita a sumergirse en él.

